Fábricas, casas, iglesias... Hay todo tipo de sitios abandonados esparcidos por nuestra geografía y todos ellos ocultan interesantes historias que están deseando contar a todo aquel que realmente las quiera entender. Y justamente eso es lo que intento captar con mi cámara, caminando cuidadosamente y deteniéndome en todos los detalles que me ofrece el lugar, intentando alterar lo mínimo posible de ese desolado paisaje. Me encanta el toque meláncolico, misterioso y a veces romántico de estos lugares. Por todo eso, este tipo de fotografía es uno de mis preferidos.