Su deficiente ergonomía y extraña forma cuadrada, la sencillez de sus menús y escasos ajustes manuales, la vibración al grabar las minúsculas fotos de 640 x 480 px y luego al mostrarlas en su reducida pantalla TFT de 2,5”, el característico sonido mecánico provocado por sus cabezales electromagnéticos durante todo el proceso… Todo forma parte del encanto de la Sony Mavica MVC-FD7, la primera cámara digital con zoom óptico en usar un dispositivo de almacenamiento extraíble, en este caso un diskette de 3,5” con una capacidad de 1,44 MB. 

 

En esta sección voy a mostrar las mejores fotos tomadas en mis salidas con esta cámara. Aquí no se trata de conseguir la mejor calidad sino de aprender y divertirse. Aprender a ceñirse a los límites del aparato para sacarle el mejor partido en cada situación y divertirse experimentando con este “juguete” que se presentó al mercado en 1997 por 900$ siendo el más potente de la gama y el que revolucionó el mundo de la fotografía digital para siempre.

Playa de Badalona (2020)